Ya la gran capacidad de las impresoras 3D no deja de sorprendernos, anteriormente habíamos hablado del uso que le dan a estas ya sea para el “bien” o para el “mal”. Hemos sido testigos de casos donde las utilizan para la creación de un nuevo estilo de moda creando piezas textiles con estas impresoras y también están los casos donde unos hackers las utilizaron para hacer copias exactas de llaves de esposas de seguridad y también de un aficionado de las armas que creo un fusil 100% funcional. En esta noticia tocamos un tema muy importante, la aplicación de estas impresoras 3D a la medicina.
Tenemos el caso de una niña llamada Emma, que nació con una rara patología conocida como “Artrogriposis” que en este caso no permitía que la pequeña niña pudiese levantar sus brazos sin la ayuda de un soporte. Esta no es una enfermedad en si, sino un raro caso clínico que afecta a tan solo 1 de cada 3.000 nacimientos. Entonces en el hospital de Delaware valiéndose de la novedosa tecnología de estas impresoras, pudieron crearle un exoesqueleto con piezas de plástico. Después de esta increíble intervención la pequeña Emma ahora puede hacer uso de sus brazos de una manera natural.
Los especialistas que trataron el caso de la niña, explicaron que hicieron uso de las impresoras 3D, ya que, si alguna de las piezas se dañaba, o por el crecimiento natural de Emma, estas ya lo le ajustaban al tamaño de sus brazos, simplemente podían volver a imprimirlas sin problema alguno.
Sin duda alguna este es un gran avance estos casos médicos y una muestra más de que cada día la integración entre la medicina y la tecnología, es cada vez mayor. A continuación les dejamos un video donde podemos ver a Emma haciendo uso de su “Exoesqueleto”.
Con información de Tecnología 21