Para el año 2002 Bill Gates estaba harto. Tenía ante sí un montón de informes en los cuales se hablaba sobre los problemas que el malware en Windows estaba causando a los usuarios y clientes, quienes estaban igual de hartos que Gates de la situación. Y así, el presidente de Microsoft se sentó y escribió un “llamado a las armas” en forma de una nota sumamente honesta dirigida a todos sus empleados, instando a una serie de cambios para empezar lo que el llamaba la era de la “computación confiable”
La nota de Gates se enfocaba en el hecho de que deberían reducirse la cantidad de problemas referentes al software de Windows, obteniendo a su vez beneficios de estas soluciones. La idea era que, con el tiempo, el software de Microsoft se volviese tan fundamentalmente seguro que los clientes más nunca se preocuparían por el.
A pesar que Gates y otros ejecutivos quisieron darle un giro positivo al asunto, todo lo relativo a la seguridad se había convertido ya en un tema sumamente vergonzoso para Microsoft. Las fallas se manifestaron especialmente en Windows XP y en Microsoft .Net, una iniciativa que se suponía que garantizaría la seguridad 24×7 y el acceso seguro a Internet a todo tipo de empresas.
Para solucionar el problema Microsoft se decidió por la seguridad en la línea de fondo para Windows, capacitando a cerca de 8500 técnicos en programación segura, para lo cual se terminaron invirtiendo cerca de 100 millones de dólares. A pesar de todo esto los productores de malware para Windows lograron burlar estas medidas, consiguiendo maneras de producir beneficios económicos de su trabajo mientras lograban permanecer en las sombras.
Así que la pregunta para los usuarios de Windows sigue siendo tan pertinente como siempre: Después de una década de malware para Windows… ¿Te sientes más seguro?
Por Carlos Ponte.
Fuente: www.news.cnet.com